sábado, 20 de febrero de 2016

CARTA A LOS GUIONISTAS DE ACACIAS 38




Estimados guionistas de Acacias 38:

Soy uno de los muchos seguidores de Acacias que se quedó estupefacto el pasado jueves, día en que ustedes decidieron acabar con la pareja protagonista de la serie, precisamente cuando  está experimentando uno de sus mejores momentos, con millones de espectadores diarios.

Roger Berruezo y Sheyla Fariña son actores excepcionales, queridos por todos sus compañeros de rodaje y el resto del personal de la serie (usted mismo ha relatado los aplausos con los que les despidieron). Los fans empatizábamos totalmente con Germán y Manuela, y durante los cincuenta y cinco minutos que dura la serie vivíamos sus alegrías y desventuras como si fuesen nuestras. Por ello, haber decidido matarlos, en mi humilde opinión, es cuanto menos una ofensa a los espectadores de la serie, y no tiene justificación alguna. Los propios actores han expresado su sorpresa, no precisamente grata, al conocer la decisión, que, como usted mismo ha reconocido, tampoco entendieron muchos de sus compañeros de rodaje como Carlos Serrano-Clark, Sara Miquel o Anita del Rey.

Podrían ustedes alegar que Acacias 38 es ante todo un reflejo de la vida, que no es precisamente de color de rosa y que no finaliza como los cuentos de hadas, en los que los protagonistas son felices y comen perdices. Pero, en primer lugar, la vida ya es lo suficientemente perra, con perdón por la expresión, para que nos la acaben de amargar en la ficción. Y, en segundo lugar, y por muy dura que sea la vida, afortunadamente pocas personas tienen que experimentar, simultáneamente, la muerte de su hija, ser maltratado en el calabozo, ser condenado injustamente, ser apuñalado en prisión, ser inhabilitado profesionalmente, vivir en la miseria casi absoluta y, cuando parece que como contrapartida de todo ello existe un amor que todo lo vence, ver morir a su amada en sus brazos y acabar suicidándose. El mensaje que ha transmitido es claro: todo el sufrimiento de Germán (y el de Manuela, que tampoco se queda corto) ha sido en vano. Sinceramente, creo que el hecho de que se reúnan de nuevo en el paraíso celestial poco consuela a los espectadores, que anhelaban el triunfo de este amor incondicional en la vida terrena.

Finalmente está la excusa de la necesidad de mantener la audiencia, de que la historia de Germán y Manuela estaba ya agotada y de que no se les ocurrían nuevas ideas. Creo que precisamente la decisión que han tomado (ojalá me equivoque) va a producir precisamente el efecto contrario. Les invito a que se pase por las redes sociales y eche un vistazo a los centenares de comentarios de los fans, en los que exponen su desacuerdo con ustedes e incluso afirman que van a dejar de ver la serie. Cierto es que Acacias 38 es mucho más que la historia de Germán y Manuela, contiene decenas de historias y personajes maravillosos como Casilda, Juliana, Trini… que harán que muchos de nosotros continuemos siguiéndola.  Y es que son precisamente las buenas historias, y no las “salidas espectaculares”, las que hacen grande a una serie. Y la historia de Germán y Manuela era una de las mejores historias, mancillada con un final desastroso que repercutirá muy negativamente en la audiencia. Lástima que, como le dijo el difunto Germán a Cayetana en su último encuentro, ya sea demasiado tarde para hacer nada.

Atentamente, José K.